" Porque de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos esto no debe ser así " ( Santiago 3 : 10 )
Pensemos bien antes de hablar porque "La lengua puede traer vida o muerte".
Que por nuestros labios broten palabras de vida, agua dulce que refresque, de edificación, de agradecimiento y de un sincero corazón.
El mundo está sediento de palabras agradables, que sean constructoras de relaciones, de armonía. Sé el primero en expresar admiración por un buen trabajo, un halago por una pieza de vestir que te agrade de alguien, un cumplido por una buena acción, una palabra de agradecimiento por un delicioso plato de comida.
Tenemos tanto poder en las palabras que energizamos a nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo. Les damos un impulso, una palmada de ánimo y de motivación. Sé el primero en dar vida y recibirás palabras de vida a cambio. Bendiciones en este nuevo día para ti.
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