San Lucas 24:1 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.
24:2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro;
24:3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
24:4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;
24:5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
24:6 No está aquí, sino que ha resucitado.
Pensaba en esta frase: ¿Por qué buscás entre los muertos al qué vive?
Entonces se me ocurre esta pregunta:
¿Creés realmente qué Jesús resucitó de entre los muertos, qué vive y qué dio su vida por amor a vos?
¿Cuándo vas a orar, cuándo vas a relacionarte con Dios...creés realmente qué te oye, qué le importás, qué existe, qué es real?
A veces pienso si cuando estamos orando, se nos presentaría un ángel y nos haría esta pregunta:
¿Por qué orás con tan poca fe, por qué actuás cómo si tuvieras a un Dios muerto?
Te invito en este momento a extender tus manos hacia el cielo, a rendir tu vida a Dios, a dejar que el Espíritu Santo te llene y te revele a este Jesús maravilloso y hermoso que resucitó, que vive y que cada décima de segundo está anhelando relacionarse con vos.
Vamos...te aliento a creer, te aliento a que no mires atrás, te aliento a que pienses en tu vida...vos valés... a tal punto que tenés un Dios real y verdadero dispuesto a relacionarse con vos...tenés un Dios vivo...
!Cristo no está muerto...gloria a Dios...Él está vivo....salíte de tu situación de angustia y dolor...declará vida en Cristo Jesús, allí justo allí en dónde sentís que no la hay... sólo Cristo puede saciar tu sed!!!
!QUÉ HERMOSO QUÉ ES JESÚS!!
!Qué Dios te bendiga!