1 Reyes 17:15
El propósito de este mensaje es fortalecer la fe del cristiano, que al abandonar la casa de Dios después de un culto, o al leer este mensaje reflexivo, pueda ser bendecido y fortalecido en su fe y convicción acerca del Dios en el cual ha creído.
¿Quién era Elías? Un gran varón de Dios. Un hombre que retó a toda una nación de los baales, manifestando su enorme fe, estuvo en una cueva flaqueando, y Dios tuvo que tratar con él.
Sarepta de Sidón, era una nación pagana, corrupta e idólatra, lo mismo que Samaria. Y el juicio de Dios, fue que no llovería durante tres años y medio. Allí fue enviado Elías, y a causa de la sequía, el arroyo se secó y Dios le llevó a otro lugar.
Notemos la divina providencia de Dios hacia sus hijos, cómo Dios cumple sus promesas de no dejarnos ni desampararnos, cuando nos fiamos de él de todo nuestro corazón. Dios no nos dejará ni nos desamparará.
Quizás para nuestro parecer humanamente; Dios hace cosas ilógicas… ¿Cuándo tenemos necesidad o necesitamos de ayuda, para nosotros qué es lo más lógico? ¿Acaso no es buscar ayuda de aquellas personas que consideramos que más tienen y que son las que nos pueden ayudar? Nuestro pensamiento es acudir a los ricos. Pero Dios hace lo contrario a nuestro razonamiento. Envió a Elías a una viuda pobre. Esa era la condición de esta mujer.
Veamos ahora su mentalidad: De acuerdo al verso 12 ella respondió: "Vive Jehová tu Dios", ¿podemos notar que en otras palabras, esta mujer le está diciendo que el dios de ella no es Jehová, ella confirma que es el Dios de Elías, quizás ella adoraba a más de un dios, dada la condición pagana de su gente. Pero sigamos viendo las palabras de la viuda: "Que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir."
Ésta es la mentalidad de una persona sin Dios y sin esperanza. ¿Dónde está la bendición de esos dioses paganos que la gente idolatraba?.
Lo más triste, es que muchos cristianos, se encuentran en la misma condición de la viuda, porque su fe no está puesta en Jehová, están confiando en sus fuerzas, en su inteligencia, y en su propio razonamiento, haciendo por completo a Dios a un lado, lo dejan fuera de sus vidas.
El pueblo cristiano muchas veces vive en constante queja, en constante duda, y obtiene como consecuencia, que su fe desmaye y haciéndose presente su incredulidad, olvidándose que la clave del éxito como hijo de Dios, es creer, y obedecer a Dios, aun cuando muchas cosas nos parezcan ilógicas, pero la fe es fundamental para el cristiano.
Dios conoce todo, el problema está en la incredulidad del hombre, pero cuando alguien deposita por completo su fe en Dios; todo cambia, y cambia para bien. La viuda estaba siendo probada por Dios de acuerdo a los versículos 13 y 14.
Notemos que esta mujer, decidió creerle al Dios de Elías, y de lo poquito que tenía, preparó primeramente para el siervo de Dios, como éste se lo indicara por mandato de Jehová, y ella simplemente decidió creer.
Estimado lector. ¿Cuál suele ser la actitud de muchos, incluyendo la nuestra como cristianos? Cuando no tenemos suficientes víveres, y tenemos que elegir entre compartir con otros lo poco que tenemos y que es insuficiente aun para nuestra familia? ¿Cuál es nuestra decisión?
¿Le ha tocado a usted testificar en hogares pobres en donde las personas que le abren la puerta le dicen que en lugar de folletos o lectura bíblica, mejor le lleve dinero, o alimentos?. En estos tiempos de crisis, la gente pone sus ojos en lo material antes que en lo espiritual, pero aun así, nuestro deber es ir y compartir el Evangelio de Cristo. Hasta que las personas comprendan su necesidad, y decidan creer a Dios y aceptar a Cristo como su Salvador personal.
Las evidencias de la fe de esta viuda al creer en el Dios de Elías, fueron el decidir compartir de lo poco que tenía para ella y su hijo, con aquel varón de Dios, y el creer que si primero cocinaba para él, ni el aceite ni la harina disminuirían de la vasija ni de la tinaja.
Dios cumplió su promesa, y aquel alimento no solo alcanzó para la viuda y su hijo: sino también dice la Biblia, que de ahí comió ella y su casa. ¡Qué bendición de parte de Dios! Dios nunca olvida sus promesas. ¿Qué es lo primero que debemos hacer? ¡Buscar primero el reino de Dios y su justicia!, y esta mujer lo creyó y así lo hizo.
Esta mujer que provenía de una nación pagana lo hizo. ¿Nosotros como cristianos lo hacemos? ¿Qué lugar ocupa Dios en nuestra vida? ¿De qué o de quien dependemos?.
Aprendamos como hijos de Dios, que debemos buscar primero el reino de Dios y luego las cosas nuestras, y que cuando hayamos aprendido a poner a Dios en primer lugar en nuestra vida; todo lo demás nos será añadido…
Dios les bendiga